El antiguo Café del Niño, que ahora conocemos como “el bar del Coro”, fue punto de encuentro desde los inicios de los Castellers de Vilafranca, que ensayaban durante los primeros años en el corral que se encuentra detrás de aquel establecimiento. Más adelante, la Sociedad Coral el Penedès -popularmente conocida como El Coro- les cedió unas dependencias para reuniones de la junta y para depositar material.

El rincón de la plaza de Sant Joan de delante del bar se convirtió en un lugar de ensayo habitual cuando el buen tiempo lo permitía, mientras que la capilla de Sant Joan hacía las mismas funciones en los días de frío.

Así fue hasta finales de 1983, cuando la compra de la finca número 11 de la calle General Prim, conocida como Cal Figarot, hizo variar de repente todas aquellas rutinas.

La Casa Raventós i Via, conocida popularmente como Cal Figarot, consta de un edificio neogótico de finales del siglo XIX y una nave adyacente, de posterior construcción, adquirida por el grupo en 1998 y que ha supuesto un enriquecimiento del patrimonio de los Castellers . Ambos inmuebles han sido rehabilitados para poder realizar nuestra actividad. De la nave, podemos destacar que es un espacio interior que tiene 600 m2. Del edificio neogótico, cabe remarcar el aspecto sobrio que exhibe, lleno de detalles novecentistas que servirían de inspiración para diferentes edificios de la Vila. Aquí disponemos de las diferentes dependencias del grupo como son la secretaría, el archivo, las salas polivalentes y el servicio de restaurante-cafetería. Sin embargo, si existe una dependencia que sobresale por encima de las demás es el magnífico patio, verdadero centro neurálgico del local social. Cal Figarot es hoy día un casal visitado y admirado por el mundo casteller.